Hoy, después de un largo análisis decidí escribirles unas pequeñas líneas sobre un tema que aqueja a las pequeñas y medianas empresas, éstas se encuentran en un alto riesgo de pérdidas económicas y problemas fiscales debido a que el gobierno federal no generó un plan de prevención para la actual situación que enfrenta el país.
La cámara internacional del comercio se dio a la tarea de exigirle que se tomaran medidas fiscales pertinentes y se otorgarán apoyos económicos- financieros, estos han sido adoptados en países de primer mundo para poder apuntalar a las micro, pequeñas, y medianas empresas.
El objetivo principal es enfrentar la crisis provocada por la pandemia Covid-19 , esta situación ha generado cierta inestabilidad no sólo económica sino social, de acuerdo con algunos datos extraídos por el Instituto nacional de Estadística e Informática (INEGI), pequeñas y medianas empresas son el 99.8% de las unidades económicas de nuestro país, estás mismas generan el 52% del PIB y crean alrededor del 70% de empleo, me atrevo a decir que nos espera un 2021 lleno de empresas quebradas y un gran número de gente desempleada.
Derivado de las medidas que se tomaron a partir del día 16 de marzo del año en curso en donde se determinó el cierre temporal de actividades económicas no indispensables se afectaron directamente a las empresas debido a qué hay una reducción de los ingresos, las ventas son insuficientes para que puedan sobrevivir, algunas no pueden pagar los salarios, las contribuciones de sus empleados y los aportes a la seguridad social.
El gobierno federal asumió adoptar un plan estratégico de apoyo económico-financiero para todas aquellas empresas que no pueden sobrevivir por sí mismas de forma que se otorgarán un millón de créditos a establecimientos que tengan inscritos a sus empleados al IMSS.
¿En serio? Se otorgarán créditos por 25,000 pesos, digo, me imagino que cuando tienes una planilla de 10 trabajadores quizá esa cantidad de dinero ayudaría enfrentar la pandemia durante estos últimos tres meses, pero me atrevo a decir que aquellas empresas que tienen alrededor de 100 trabajadores 25,000 pesos es nada para poder generar el pago de todo lo anterior, aunado a eso Andres Manuel López Obrador descartó reducir impuestos y estímulos fiscales para las empresas, vaya que esto es un contraste difícil de asimilar para aquellos empresarios que vienen saliendo de una crisis o para aquellos que van empezando.
Resulta incongruente que en materia de impuestos, el gobierno federal genere estímulos fiscales para pequeñas y medianas empresas y al mismo tiempo descarten la posibilidad de qué se otorguen, ¿Acaso el gobierno está jugando con nosotros?, el gobierno aseguró que se mantendrá la misma política fiscal para las empresas transnacionales y para las Pymes; ante esa situación la CANACINTRA (Cámara Nacional de la Industria de Transformación) previamente subrayó que había que mantener una cadena productiva, para evitar el desabasto, esto no sucedió y se rompió la cadena productiva así que las empresas con mayor propensión a resultar afectadas serían aquellas que sostendrían a nuestro país y que por desgracia son las más pequeñas, pero ellas son de gran incidencia en la promoción y cobertura de empleos en México como ya lo mencioné.
Lo cierto, es que para las PYMES el panorama que pinta para lo que resta de la mitad del año es de incertidumbre, la cual está matando y que claro está: entraremos en una crisis económica de la cual el principal reto será sobrevivir en materia fiscal. El destino que hoy les espera es totalmente incierto, parece que estas van en una carrera de obstáculos, desde estudiar nuevos mercados, el generar nuevos contratos con grandes empresas, sin duda alguna creo los cambios fiscales además de no simplificar el pago de impuestos, los encarece y los hace más difíciles de cumplir.