Mata a su esposa en San Valentín; y este sigue prófugo
A cuatro meses del crimen de María Elizabeth N, el feminicidio sigue impune
A cuatro meses del crimen de María Elizabeth N, maestra de Educación Física asesinada en su domicilio de San Martín Texmelucan, sigue prófugo el presunto feminicida, quien era esposo de la mujer de 33 años.
En este lapso de tiempo, familiares de la profesora ultimada han exigido avances en la Fiscalía de Puebla, e incluso realizado plantones en el zócalo de la Ciudad de México para pedir una audiencia con el presidente de la República e insistir en se esclarezca el caso, pero no han obtenido respuesta. Hasta ahora desconocen el paradero del principal sospechoso.
Aunque las autoridades ministeriales tienen una orden de aprehensión vigente para poder arrestar a Jorge Ernesto N, padre de los dos pequeños que la víctima dejó en la orfandad, el sujeto no ha podido ser detenido.
En entrevista telefónica con El Sol de Puebla, Aglae, tía de “Eli”, como le decían de cariño a la hoy occisa, comentó que a la fecha no han tenido respuesta alguna por parte de la Fiscalía de Puebla, sumado a que la contingencia por el Covid-19, provocó que fueran considerados los juzgados como no esenciales y se frenaron muchos procesos judiciales.
Aunque a la madre de María Elizabeth le habían dado cita para el mes de abril para informarle sobre el caso, el encuentro fue pospuesto para el mes de mayo, pero tampoco se realizó. Tras esta última fecha, no les han dado una nueva cita, ni les han dicho nada sobre el avance en las investigaciones.
La entrevistada señaló que la familia del sospechoso tampoco se ha acercado, ni ha buscado comunicarse con ellos como dolientes.
Aunque los deudos de la víctima realizaron platones en el zócalo de la Ciudad de México para solicitar una audiencia con Andrés Manuel López Obrador, tampoco tuvieron respuesta alguna. Lo anterior, sumado a las declaraciones de funcionarios como el propio gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, respecto a las desapariciones de mujeres, dan pocas esperanzas a la familia de Eli, de que un día se les haga justicia.
“Se revictimiza a las víctimas colaterales de este tipo de crímenes. Las investigaciones no arrojan nada sobre el posible paradero del responsable, dándonos pocas posibilidades de que nos resuelvan algo, ya que estadísticamente, si en 5 días no se logra la captura del sospechoso, es 90 por ciento menos posible que lo hagan meses después”, expresó la tía de María Elizabeth, que hoy solo pide justicia para su sobrina, una mujer que a pesar de haberse alejado desde tres años antes, de la violencia económica y emocional que sufría a lado de su esposo, con el cual tuvo dos hijos, terminó sin vida a manos del padre de sus dos hijos de 9 y 11 años de edad.
¿QUIÉN ERA MARÍA ELIZABETH?
María Elizabeth N, era una mujer originaria de la ciudad de Puebla, estudió la licenciatura en Educación Física en la Escuela Normal, y como maestra, estuvo a cargo de varios grupos en diversas instituciones; posteriormente en ella surgió la inquietud de estudiar un diplomado en neuromotricidad y neurorehabilitación, además de una maestría en Pedagogía ya que su intención era seguir formándose y estar al frente de grupos, logrando la maestría en la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP); incluso daba cursos para formar a otros maestros y hacerlos más sensibles ante alumnos con algún problema motriz. En el camino, Eli conoció a su esposo y verdugo, Jorge Ernesto N, el cual también era profesor de Educación Física.
“Muchas personas sabían de la irresponsabilidad económica de Jorge Ernesto, precisamente por eso y al darse cuenta que no era una relación sana, tanto para ella como para sus hijos, Mary decidió alejarse de él. Ya tenía tres años de separada y el proceso de divorcio inició en 2019, sin embargo, nosotros creímos que ella lo tenía todo bajo control, nunca hubo indicios de agresión física, jamás pensamos que iba a escalar la violencia al grado al que llegó”, contó la tía de Eli.
Con una plaza como profesora en la región de Texmelucan, Elizabeth tuvo que vivir en San Rafael Tlanalapan, a donde Jorge llegó para arrebatarle la vida.
LA ULTIMAN EN PLENO DÍA DE SAN VALENTÍN
Aquel día, Jorge Ernesto N, con quien la víctima compartía la custodia de sus hijos de 9 y 11 años de edad, respectivamente, llegó al fraccionamiento donde ella residía con los menores en la comunidad de San Rafael Tlanalapan, perteneciente al municipio de San Martín Texmelucan.
En ese lugar, el acusado y la mujer sostuvieron una discusión en la que el sujeto acabó por tomar un cable y ahorcarla para después huir con los dos infantes, los cuales tiempo después fueron abandonados en el domicilio de un familiar de María Elizabeth. Desde entonces, Jorge Ernesto es buscado por las autoridades ministeriales.
unque la imagen de Eli fue manchada por la violencia que este sujeto ejerció en su víctima, el recuerdo que sus familiares guardan de ella, es el de una persona brillante, ejemplar y que siempre tenía una sonrisa dibujada en el rostro. Al final, los restos de Eli fueron sepultados en el panteón de la colonia Guadalupe Hidalgo, al sur de la ciudad de Puebla, donde familiares y amigos no duraron en expresarle su afecto.