Fiesta de goles en el Cuauhtémoc entre el Puebla y el León
Guillermo Martínez mete triplete para el triunfo franjiazul
Erick Flores Castillo
En el último encuentro de la temporada regular para el Club Puebla en el estadio Cuauhtémoc, los camoteros hicieron vibrar a su afición como nunca al vencer cinco goles a cuatro a los Panzas Verdes del León.
La feria de goles arrancó en los primeros minutos, pues fiel al estilo de los dirigidos por Ricardo Carbajal, el gol tempranero apareció al minuto cuatro del tiempo corrido, cuando en una jugada por la banda Guillermo “El Comandante” Martínez remató la esférica mandándola hasta el fondo de la portería defendida por el arquero Cota.
Sin embargo, la alegría de los aficionados se vino abajo en dos momentos, el primero de ellos fue cuando el VAR anuló el gol enfranjado por fuera de lugar. El segundo momento en que la afición poblana sucumbió ante el equipo de su ex ídolo Nicolás Larcamón, fue al minuto 9 cuando Viñas anotó el primer gol de la fiera y el primero en su cuenta personal.
Los locales no bajaron los brazos a pesar de que la suerte no estaba jugando a su favor. Al 18, nuevamente Martínez tras una jugada de varios toques en el centro del campo, logró llevarse a tres defensas para finalmente vencer a Cota y anotar el empate.
El juego se volvió ríspido por parte de los poblanos durante los siguientes minutos con diversas oportunidades para ambas escuadras, lo que nadie esperaba es que justo antes de concluir los primeros 45 minutos dos jugadas le bastaron a los panzas verdes para aumentar su ventaja. Al 44, Nico Martínez puso adelante a la fiera y unos minutos después nuevamente Federico Viñas remató dentro del área para poner el tercero e irse al descanso con una gran ventaja en el marcador.
La segunda parte cambió de manera brutal el panorama para todos los asistentes al encuentro pues se esperaba una goleada por el equipo esmeralda, nuevamente desde el vestidor la parte complementaria arrancaría con un gol tempranero tras un segundo intento de los camoteros, al minuto 50, “Memote” la mandaría a guardar nuevamente al fondo con un certero cabezazo tras un pase desde la banda del “Fideo” Álvarez.
La afición blanquiazul comenzó a hacer su parte desde la gradas, los poco más de 12 mil espectadores comenzaron a cantar con la esperanza de que su equipo logrará conseguir el empate y ¿Por qué no? La remontada.
Cómo un golpe de energía que venía desde las gradas, los locales se fueron con todo para buscar el ansiado empate, tras el cobro de una falta y un pase certero al área visitante, el capitán Diego de Buen desvió el balón con la cabeza para dejar sin oportunidad a Cota y lograr el tercer gol poblano que los ponía nuevamente en el juego.
Definitivamente el momento anímico era para los poblanos, algo que supo aprovechar la escuadra camotera, lo impensado se daría a al minuto 82 del tiempo corrido, cuando en un balón filtrado al “Memote”, este llevaría el balón hasta el área grande de los esmeraldas y con una salida precipitada de Cota, el delantero poblano aprovecharía para anotar su tercero de la noche y la voltereta para los locales.
El coloso de la colonia Maravillas comenzaba una fiesta que apagaría brevemente otro ex ídolo del Puebla, tras una serie de equivocaciones dentro del área blanquiazul Omar “El Parcerito” Fernández demostraba su habilidad con el balón y ya dentro del área sentenciaba nuevamente el empate al 91.
Los conatos de bronca dentro y fuera de la cancha se comenzaban a presentar como en las viejas historias de esos históricos rivales, todo se vislumbraba para la repartición de puntos para ambas escuadras, pero, la oncena de Ricardo Carbajal no estaba de acuerdo, así que en una jugada de Miguel “El Yuca” Sansores en la banda del León quién recuperó un balón y llevó hasta el área rival logró cruzar el balón y vencer al arquero para colocar el cinco a cuatro definitivo.
Con la suma de estos tres puntos, a los camoteros solo les resta planear su estrategia para vencer a una Máquina Celeste de la Cruz Azul que también busca clasificar a la liguilla y que los resultados se acomoden para que en la última jornada el fútbol no se acabe en la ciudad.
