Los dos mega proyectos de parte de la administración actual, parte fundamental de su plan de desarrollo nacional y máximas propuestas de campaña, las cuales ha últimos tiempos han funcionado o laborado a base de tropiezos, teniendo al Tren Maya entre amparos que otorgan la protección y el amparo de la justicia federal, algunos más, impulsaron el cambio de ruta trazada originalmente propuesta y de los planos preliminares, unos más referentes a la falta de consulta (a la forma de un referéndum, exponiendo los puntos negativos de llevarse a cabo) a los pueblos originarios o su vulneración de derechos, incluso, una relación que no debemos de dejar de lado, el aspecto ecológico o del medio ambiente, por trazarse sobre un complicado sistema hídrico de proporciones mayores, en producción, al sistema Cutzamala.
Por un lado, ONU HÁBITAT (Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, que reporta directamente a la Asamblea General) celebra un proyecto de impacto económico que beneficiaria las zonas, salvo las zonas turísticas o en propiedad de viejos extranjeros cuya descendencia es nacional, presentan atrasos a nivel económico, de servicios y viviendas dignas, además del rezado escolar. Bajo las cifras proyectadas, ve aumentado la economía local pasando de 1.5 billones de pesos a 2.1 billones, un mejor aprovechamiento de los asentamientos humanos, reduciendo a 6.1 millones de los 7.2 millones prospectados, de los puntos más destacables el aumento en la escolaridad de los habitantes gracias a la actividad turística.
Aunque la ONU ha señalado las posibles violaciones a los derechos de los pueblos originarios al notar las necesidades, las cuales, podrían servir como moneda de cambio ante la falta de los último, perdiendo o eliminado la necesidad de informarse acerca de los riegos a su entorno o a su espacio en pro de darle pie a una “vida mejor”, viciando su voluntad al hacer una especie de condición al otorgar servicios o hacerlos llegar, gracias a esta mega obra. Dentro de las oposiciones principales y de mayor duda fue el hecho de someter a una consulta pública cuando este proyecto ya estaba “más que cantado” para su construcción, incluso con tintes meramente de procedimiento o con tonos de legitimación.
En palabras de las principales dudas serían ¿Por qué no introducir servicios antes que un megaproyecto y cuáles serían las afectaciones de ello a su entorno? ¿Cuántas plantas de tratamiento serían necesarias para brindar un desecho seguro de los agentes contaminantes en la zona?
En otro orden de ideas, Luis Fueyo Mac Donald, un experto ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó sobre las desproporciones entre el costo del proyecto y la cantidad de dinero destinado a “sanear” los daños ambientales, consecuencia del mismo, puesto que las cantidades asignadas a estos daños pasan a ser “ridículas”. En correlación a la Manifestación de Impacto Ambiental, pues menciona la posibilidad de un ecocidio en caso de no cumplir con la normativa en materia ambiental, habrá que considerar como uno de los principales golpes o impactos al medio ambiente, las labores preparatorias a los sitios donde tendrán locación las estaciones, rieles y en general, las obras; contrariando al discurso ofrecido por el presidente, cuyo sentido marca la vertiente de “no ser gran ciencia, sólo es agrandar y dar mantenimiento a lo ya hecho”. Siguiendo en ello, se habla de la producción de 112 tipos de impactos adversos de mayor agresividad, afectaciones negativas a 10 Áreas Naturales Protegidas (ANP) (Balam Kin y Balam Kú así como Los Petenes y Calakmul (Campeche); el Parque Nacional de Palenque y las Áreas de Protección Cañón del Usumacinta (Chiapas), Yum Balam, Manglares de Nichupté, Uaymil y las Reservas de la Biosfera de Sian Ka’an (Quintana Roo) ) y a sus servicios ambientales, como la recarga de los acuíferos y su capacidad para capturar carbono. Además de la destrucción irrecuperable de sitios arqueológicos, vulneración de derechos de los pueblos originarios, las tierras aportadas en el proyecto jamás podrán recuperarse, el empleo a crearse se ubicaría en un área precaria y temporal, debido a las necesidades de las constructoras y falta de preparación técnica de los pobladores.
Se estima afectaciones a cerca de 315 especies diferentes en las cuales, 7 son endémicas y 51 protegidas, poniéndolas en un escenario de ser comercializadas o de autoconsumo. Rafael Barrientos, experto en ecología vial, puntualizó “podría decirse que los trenes son, en general, menos impactantes, pero para algunas especies grandes de vertebrados, tal vez jaguares, los trenes pueden ser más mortíferos”.
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal (Andan paseando juntos o Pasear juntos, en maya) y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura ha solicitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitir las medidas cautelares pertinentes, a fin de salvaguardar los cenotes de la península de Yucatán debido a los posibles daños tendientes a ocasionarse en virtud de este mega proyecto. Se contempla la afectación de la vegetación y fauna, la latente amenaza de agravar la situación tan vulnerable de los cuerpos de agua, propiciada por la nula actuación de las pasadas administraciones debido al impulso de mega proyectos turísticos, inmobiliarios y agroindustriales, utilizando y contaminando las aguas de esta región, aunado a sus acciones omisas en asegurar una infraestructura adecuada y suficiente con el fin de tratar aguas residuales, manejar residuos sólidos, otorgando concesiones para carga y descarga de agua operadas sin los controles, ni medidas de prevención o mitigación, arriesgando el patrimonio histórico, de identidad y cultural de los pueblos mayas, así como su salud y sus vidas. Sin menospreciar el contexto regional, caracterizado por conflictos socioambientales aun visibles en nuestros días y el despojo de bienes comunales.
Contrariamente a lo señalado en otro de los discursos dados por el presidente, el cual, señala intereses inmiscuidos, nacionales o extranjeros, en las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), cuando únicamente mostraron a “todos” la otra cara que gusta de mantener oculta. Uno de los impulsores a eliminar esta imagen evocada en aquel discurso, es la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad), la cual, ha advertido de las desventajas del proyecto multicitado, uniéndose en rol de punto sumatorio, en favor de la difusión, movimiento y acción a las demandas hechas por las comunidades, pueblos indígenas, muchos integrantes de ellos forman parte de su plataforma. Se hace la invitación al lector a revisar el siguiente trabajo https://piedepagina.mx/organizaciones-presentan-amparo-y-queja-ante-la-cidh-por-megaproyectos/
Finalmente se plantea que gracias a la falta de observancia podría generar un ecocidio sin precedentes, aunado a la fatal de planear la mitigación de daños.
En otro punto geográfico tenemos al Aeropuerto de Santa Lucía, la cual ha sido duramente cuestionada por la presencia de Grupo Riobóo, siendo su producto el plano original de dicho proyecto y cuya omisión en el trazo -el cerro de Paula-, generó la modificación en parte del mismo además de elevar lo destinado a la Manifestación de impacto ambiental a 23 mil 415 millones de pesos, un 56% del presupuesto extra para la mitigación del obstáculo natural omitido, así como parte consultora pues es un asesor muy apreciado del presidente.
Otra situación latente son los vestigios encontrados en la zona, motivo que generó la integración de 11 arqueólogos, quienes trabajan en acción de coadyuvante en el aeropuerto de Santa Lucía, ya que en las excavaciones pertinentes de este proyecto, se han encontrado, en un primer momento restos pertenecientes a habitantes de origen teotihuacano, como complejos habitacionales –cuartos acomodados uno junto al otro, con patios interiores, con sistemas de captación de agua, con entradas restringidas– de 1400 a 1 600 años de antigüedad, acompañados de fragmentos de cerámica, artefactos o herramientas, información revelada por Salvador Pulido Méndez, Director de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Hasta ese momento, señaló la importancia de observar la magnitud de los hallazgos, las condiciones en las cuales se encuentran y su ubicación respecto del proyecto, así como las posibles afectaciones a sufrir por la coexistencia, debido a la cercanía a la superficie (una profundidad no mayor a los 60 centímetros de profundidad). Aunado a ello, comenzaron los descubrimientos de los restos de ocho mamuts y mastodontes, posteriormente preservados por el INAH en el predio de Santa Lucía
Cabe recordar el convenio de colaboración suscrito entre el INAH y la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) el 3 de agosto del 2019 a fin de realizar el salvamento arqueológico, ha forma de un resguardo, evitando daños a patrimonio, hasta ese instante desconocido y no dimensionado. Sumando a ello, un trámite previamente realizado por la SEDENA ante el INAH, solicitando “un visto bueno” para obra en zona de monumentos o donde se presume su existencia. Derivando así en una inspección, con el objetivo de valorar el potencial arqueológico y paleontológico en dicha área, dando la viabilidad del proyecto, sin dejar de ocuparse de las labores de salvamento así descartar cualquier posibilidad. En adición a ello, dicha secretaria ha mostrado gran interés acerca de la preservación a cargo del INAH, facilitando el resguardo de las piezas recuperadas en el antiguo hangar de la base aérea militar de Santa Lucía, para después ser trasladadas a las instalaciones del Instituto.
Hasta el momento se ha encontrado 200 puntos de hallazgo, decenas de esqueletos de mamuts, camellos, caballos y bisontes, en el futuro aeropuerto de la Ciudad de México, dan cuenta del descubrimiento paleontológico más importante en América Latina por concentración de individuos. Al hacer un pequeño recuento en los últimos meses, los hallazgos se han triplicado pues a inicios de junio, se reportó el descubrimiento de unos 60 mamuts, ahora se cuenta con 200 esqueletos de dicha especie en un inventario de más de 8,000 huesos. Propiciado gracias, al papel fundamental que jugo el lago de Xaltocan, al atraer a muchos animales en los diversos periodos la cual atrajo a muchos animales en diversos periodos. Además de la antigua naturaleza pantanosa, la cual propicio la muerte de los animales al quedar atrapados por el fango. Motivando así una investigación interdisciplinaria “abarcará tanto el aspecto paleontológico, arqueológico y vulcanológico, de paleosuelos (suelo fosilizado), polen y genómica, por lo que habrá estudios de ADN, moleculares y proteínas que se puedan secuenciar si es que se encuentran en los materiales encontrados hasta ahora” abriendo la posibilidad de sustentar aquellas teorías sobre trampas para mamuts, halladas con anterioridad en Tultepec.
Parece ser que los hechos motivos del cambio de locación del aeropuerto, han propiciado uno de los mayores rescates de fósiles y vestigios antes registrados en nuestro país, así como en Latinoamérica, disputando un lugar con el rancho La Brea en los Ángeles, Estados Unidos de Norte América. Estos descubrimientos han generado más tropiezos en la construcción; sin embargo, han traído una nueva riqueza cultural a la nación mexicana y particularmente al Estado de México.
Los estudiosos señalan la aplicación de restricciones pertinentes en los lugares de hallazgo, siendo así, posible continuar con los trabajos, bajo una supervisión constante, hasta determinar la no afectación alguna en el sitio. Esto en razón de las labores de salvamento, consistentes en la recuperación de todos los vestigios, restos y fragmentos, para posteriormente a un tratamiento e investigaciones pertinentes, puedan ser exhibidos, garantizando el derecho a la cultura.
A la par de estos nuevos descubrimientos, un ciudadano por medio de un juicio de amparo, señaló, el actuar de las autoridades responsables de la construcción del aeropuerto como violatorio de sus derechos de acceso a la cultura y de protección de patrimonio arqueológico, al continuar con las obras cuando existen vestigios en dicha zona. Ante ello el juez federal, quien conoció de dicho juicio, ordenó dar prioridad a los vestigios de mamuts y prehispánicos localizados en la zona, instruyó al multicitado Instituto, el informar inmediatamente, si las obras del aeropuerto pueden afectar la investigación sobre las osamentas. Además, de delimitar el área donde se lleva a cabo su investigación, recuperación y restauración, con lo cual evitará, a través de sus facultades judiciales, que las máquinas destruyan los vestigios arqueológicos. Empero, no ordenó frenar la construcción, emitió esta orden provisional para dar prioridad a la investigación arqueológica.
Sin embargo, con este nuevo panorama no deja de lado la situación vivida por este instituto, el cual, vio modificado su presupuesto, pues de los 3 mil 918 millones, originalmente autorizados, le restaron poco más de 750 millones. Mermado en otro frente, debido al cierre de museos y zonas arqueológicas, por motivo de la contingencia disminuyendo su capacidad de captar ingresos a menos de 500 millones de pesos.
¿Se tendrán suficientes recursos para mantener en las mejores condiciones las instalaciones, sitios arqueológicos y demás áreas del INAH, así como a las nuevas piezas salvadas o próximas a salvarse?