Debido al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, actualmente enfrentamos una contingencia sanitaria y aparentemente la cuarentena se va levantando poco a poco. Ya se está tratando de volver a una “nueva normalidad” buscando reanimar la economía, se dictan medidas estrictas que los establecimientos deben llevar y diariamente se mantiene la información necesaria sobre la COVID-19. Pero, ¿será suficiente? Además de la difícil búsqueda por la vacuna, las reglas que los ciudadanos debemos acatar para evitar la propagación de dicho virus, ¿qué más podemos hacer? En una de las tantas conferencias del Subsecretario de Salud Hugo López Gatell Ramírez, oí que mencionaba sobre la mala alimentación en México -a la cual se le relaciona con la mitad de la mortalidad-, factor que también influye en las muertes por COVID-19. En lo primero que pensé fue: Se debe cambiar el tipo de alimentación que lleva la mayoría de los mexicanos; se debe dejar de consumir alimentos de origen animal y llevar una dieta a base de plantas. Esto es Veganismo, un vegetarianismo estricto ya que no se consume ningún alimento de origen animal, un cambio que se basa en el respeto de los animales no humanos y del planeta. Y aunque cada día personas se unan a esta dieta por moda, cuestiones religiosas, filosóficas y saludables, daré cuatro razones suficientes del por qué el veganismo es necesario para un nuevo estilo de vida, para una nueva normalidad:
1.- Podría evitar futuras epidemias y pandemias, ya que una de las teorías acerca de cómo se desarolló la actual situación está relacionada con el comercio y consumo del murciélago y el pangolín. Y así el veganismo prevendría la extensión de alguna enfermedad zoonótica, pues recordemos que este no es el primer virus proveniente de algún animal que ataca a los humanos. A lo largo de la historia la civilización humana se ha visto afectada por epidemias, enfermedades, virus que han pasado del animal no humano al humano; además, una investigación publicada en 2017 en la Biblioteca de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos advirtió sobre la amenaza que representan las zoonosis para la humanidad. Y de acuerdo con esta investigación, se estima que el 60% de las enfermedades infecciosas conocidas y el 75% de los padecimientos nuevos o emergentes son de origen animal, agregando que las zoonosis enferman a más de 2.5 millones de personas y matan a 2.7 millones anualmente.
2.- Un vida saludable y próspera. Tras diversos estudios sobre la carne roja y procesada, un informe de la IARC en el año 2015 las coloca como el nuevo tabaco. Esta dieta estricta mejora la salud corporal de la persona que la lleva a cabo, como bajar el colesterol en la sangre. Lo que la mayoría de los veganos suele decir es que tienen mayores niveles de energía y una menor tendencia a contraer enfermedades, además, reconocen que sienten tener una mayor vitalidad. También señalan que muchos estudios epidemiológicos establecen una menor incidencia de enfermedades como la diabetes o la hipertensión, sin mencionar los ataques cardíacos y la obesidad, a la cual México bate el récord con el 73% de población adulta con sobrepeso, según la FAO en el 2019. Tenemos los primeros lugares en obesidad en población adulta e infantil, implementar el veganismo como una alimentación básica nos haría bajar de estos lugares drásticamente.
3.- La valoración de los animales no humanos. Deberíamos empezar a cuestionar por qué elegimos comer a ciertos animales y a otros no. Al respecto, Peter Singer en su obra Liberación Animal, dice que el especismo es como el racismo o sexismo, discriminaciones que se basan en sentirnos superiores a otros seres semejantes a nosotros sin respeto por otras capacidades y cualidades. Aunque nos consideremos diferentes a los animales la verdad es que compartimos muchas semejanzas como la capacidad de sentir, incluso dolor, y así como nosotros buscamos evitar ese dolor y sufrimiento los animales no humanos también. Estos seres tienen el derecho de vivir libre y felizmente. El veganismo transmite un mensaje de respeto y empatía hacia el animal no humano, pues no deberían importarnos por el sabor de su carne, su leche o su queso; la dieta vegana tiene muchas alternativas a estos productos, además de ser muy ricas y nutritivas.
4.- Un impacto ambiental positivo. A pesar de sufrir una contingencia sanitaria, frecuentemente experimentamos una contingencia ambiental, y a esto hay que agregar el calentamiento global, el impacto antropogénico y la intensificación el efecto invernadero. Actualmente la mayoría cree que el cambio drástico del clima es debido a las emisiones industriales procedentes de la quema de combustibles fósiles, pero la realidad es que la industria cárnica y la pesquera contaminan mucho. Algunos informes de la ONU afirman que el ganado aporta más que todo el sector del transporte junto; de acuerdo con Worldwatch en 2009, el ganado genera el 51% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Otro informe publicado en The Guardian en el año 2010 dice: “Un cambio global hacia una dieta vegana es vital para salvar al mundo del hambre, la escasez de combustible y los peores impactos del cambio climático”: la ONU considera necesaria la dieta vegana. En la industria pesquera casi ¾ de las zonas de pesca del océano están completamente explotadas o sobre explotadas, así que, la verdad, no tenemos una población de peces que podamos considerar con niveles sustentables para el ecosistema; de esta manera, aumenta el riesgo de extinción de varias especies marinas, lo que provocaría un desajuste y graves consecuencias. Veámoslo así: sin fauna y flora marina no hay océanos, sin océanos se generaría una catástrofe ambiental ya que estos son absolutamente necesarios para la regularización del clima y de la contaminación ambiental.
Como se habrán dado cuenta, el veganismo no es solo un mero estilo impuesto por moda, o porque famosos y celebridades lo hagan nosotros también, esta dieta es NECESARIA. La actual cuarentena ha beneficiado bastante a la naturaleza, pero como ya vimos, no necesitamos privarnos de salir para que el planeta se limpie un poco. Llevar a cabo una nueva forma de vivir de acuerdo al veganismo implica una ética sobre el planeta, una ética sobre los animales y una ética sobre nosotros: debemos pensar seriamente lo que estamos haciendo y lo que nos llevamos a la boca; si seguimos matando animales para nuestro consumo, acabaremos con la vida en este planeta con un solo bocado. Las personas merecen saber la verdad sobre lo que consumen y lo que conlleva, pues nadie debe vivir engañado en el camino hacia la nueva normalidad.
