Educación sexual, un tema aterrorizante para el lado tradicional mexicano. Si hiciéramos un recuento de las lecciones “aprendidas” en la niñez y adolesencia, ¿Qué momentos podrían llegar a la memoria colectiva cuando se habla de sexualidad?
En el episodio número 19 de El Saco Podcast, Víctor Núñez fue invitado especialmente para compartir más ideas sobre este tema. Víctor es biólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como experto en Administración y Gestión de Empresas por la Universidad Intercontinental, colaboró con la asociación AIESEC, llevando proyectos a escala nacional e internacional para México, Ecuador, entre otros países.
Claramente, sabíamos que debíamos expresar los obstáculos que nuestro país sigue atravesando cuando en el salón de clases, las comidas familares y también con nuestros propios amigos se nos escapa la indiscreta palabra “sexo”.
Al día de hoy, ¿Cómo es la conceptualización de la sexualidad en las nuevas generaciones? Hemos sido protagonistas de una educación sexual dispuesta a sentir miedo, así como al acceso de información incompleta. Algunos coincidimos en que esto ha provocado que la percepción de la naturaleza humana tenga matices de riesgo en diversos aspectos de la vida cotidiana.
En el caso de la percepción de la sexualidad, la desinformación nos dirige hacia consecuencias sumamente peligrosas para todas y todos, tales como violencia, abusos, indiferencia y normalización de actitudes que promueven la supuesta dominación de estereotipos dentro de nuestra cultura.
“¿Los jóvenes sabemos hablar de sexualidad?; Creo que es una pregunta a la que muchos podríamos decir sin problemas que sí y sentirnos totalmente unos expertos en el tema, pero las cifras y la realidad que nos rodea nos dice que no amigos.” Señaló Víctor en el episodio.
La falta de óptimos modelos de educación sexual no solo distorsionan las percepciones de lo que debería pasar o no, sino que también repercuten en la salud (seas sexualmente activo o no).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se registra cerca de un millón de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) consideradas “curables”. Cerca de 30% de los mexicanos entre 18 y 30 años de edad han padecido alguna enfermedad de transmisión sexual.
Las enfermedades con mayor número de infectados son la candidiasis, tricomoniasis, vulvovaginitis, sífilis, gonorrea y clamidia, de acuerdo con cifras proporcionadas por el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS).
Sonia Echeverri Frías, jefa del Departamento de VIH/SIDA/ITS del ISEM, consideró que al contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual se suman el abuso de confianza y la influencia de tabúes como los siguientes:
Que las mujeres no deben cuestionar a sus parejas, que no deben pedir el uso del condón y menos portar uno, siendo ellas quienes más expuestas están, pues deciden creerle al “novio o marido que es fiel o que tuvo el suficiente cuidado para no contagiarla, pero la mayoría de las veces ellos son los portadores”.
¿Seguimos buscando al culpable de la ignorancia? Cuando surgen este tipo de conversaciones, es muy común culpar a generaciones anteriores con los típicos comentarios “No me enseñaron bien”, “Ellos tuvieron la culpa” y en el peor de los casos “Así me enseñaron y ya no me pueden cambiar”.
Si analizamos por un momento, sería difícil nombrar a alguna institución, grupo o persona en específico, ya que todos y todas hemos sido responsables, cómplices y/o testigos de dilemas que incluyen la percepción de la sexualidad.
Aunque sí es posible nombrar a un silencioso, pero indudable aliado en la cultura de la educación sexual en México: El morbo sexual. (Así es, porque hay muchos más tipos de morbosidad).
La imaginación no es sinónimo de invitación.
Cuando la morbosidad sexual toma un camino insano, el límite de las conductas puede ser experimentado con tal de “vivir un momento” o “pasarla bien”. El deseo ante lo prohibido o curioso, hace despertar un tipo de ansiedad para poder vivir algunos minutos de adrenalina.
En muchas personas, el morbo sexual termina creyendo que puede arrebatar la dignidad de las personas y agredirlas, así, la perversión es aún más peligrosa para los involucrados.
Actualmente, la información real es una prioridad para educar y sanar.
La reflexión de la sexualidad es un tema que poco a poco ha salido a la luz para normalizar conversaciones entendidas como un total tabú.
“Si hablamos de la sexualidad con más apertura y concientizando cada una de sus partes, podríamos cambiar el rumbo de las cosas” Comentó Víctor.
Como parte de las nuevas generaciones, tenemos el poder de adaptar cambios a rutinas de lenguaje que sólo han causado un mal direccionamiento de la información. Hoy, podemos responsabilizarnos de manera más consciente con cada una de nuestras decisiones.
Aprovechemos los momentos con nuestros amigos, familia y conocidos en general para prevenir, normalizar y participar en ciclos de educación sexual valiosa.
Disfruta del episodio completo aquí:
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