El Outsourcing y la Precariedad en las Juventudes Mexicanas

Durante el mes pasado, el tema del outsourcing, fue uno de los que más dio pie al debate público. Ya que, Luisa María Alcalde, secretaria de Trabajo y Previsión Social, junto con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, presentaron una iniciativa de ley para regular el denominado outsourcing, el cual, prácticamente consiste en brindar el servicio de contratación de personal a las empresas, por medio de un tercero. Es importante considerar que, desde el 2012 se autorizó esta figura para emplear, la cual, se encuentra sustentada en la Ley Federal del Trabajo, y hasta la fecha, ha sido vista como un esquema de trabajo muy fructífero, ya que, permite a las empresas contratar mano de obra en temporadas altas como puede ser Navidad o vacaciones de manera temporal. Asimismo, se ha argumentado que el outsourcing es benéfico para las Juventudes Mexicanas, ya que la especialización y la experiencia no es un requisito para este tipo de empleadores, siendo esta, una buena opción para la primera experiencia laboral de las y los jóvenes del país.

No obstante, en los últimos años las críticas hacia el outsourcing se han ido incrementando y sobre todo, en materia de juventudes, ya que, lejos de ser visto como un esquema de trabajo fructífero, se le ha planteado como uno de los principales causantes de la condición de precariedad en las Juventudes Mexicanas. Ya que, simultáneamente, representa una manera de eludir responsabilidades laborales, de recursos humanos y fiscales, aspecto que puede ser visto como un ahorro para la empresa, pero que, en realidad, resulta ser pagado con la precarización laboral de las y los trabajadores. Pues, se suele, no establecer antigüedad a los empleados, se les brinda pocas opciones para el ahorro y retiro, inclusive ninguna opción, las contrataciones resultan ser poco claras, muchos empleados no se inscriben al Seguro Social y en ocasiones, las empresas prestadoras de servicios desaparecen, dejando al empleado a su suerte.

En relación con ello, uno de los sectores más afectados por este tipo de contratación son las juventudes, ya que, como bien se señala en un inicio, en muchas de las ocasiones, las personas jóvenes, estigmatizadas por su edad y su supuesta falta de conocimiento, se ven obligadas, o son engañadas, a aceptar este tipo de contratación, todo gracias a la falta de mejores opciones laborales. Ocasionando de esta manera que, ante el crecimiento del 49% de la figura del outsourcing en los últimos 10 años, las personas jóvenes, las que más trabajan bajo este esquema, sean simultáneamente, las que menos pueden acceder a una seguridad social, a generar antigüedad, a no ser despedidos constantemente y a tener los salarios más bajos del mercado. Todo esto, a pesar de ser una de las generaciones más preparadas en estudios en comparación con las generaciones anteriores y sin mencionar que para las personas jóvenes el outsourcing, no es únicamente un empleo temporal, sino, la única forma de empleo formal viable.

Es por esa razón, que la discusión sobre la regulación del outsourcing debe contemplar erradicar a las prácticas, que, sin ser ilegales, atentan contra la seguridad y estabilidad laboral de miles de mexicanos y mexicanas, en este sentido, se debe contemplar y buscar el fin de la precarización laboral. La cual, ha sido consecuencia de la falta de regulación del mercado laboral en México, ya que, de acuerdo con datos del Inegi, se piensa que, bajo el esquema del outsourcing, se condena al 90% de los trabajadores contratados a tener una pensión mínima para el retiro a menos que busquen incrementar sus aportaciones de otra manera. Lo cual, indudablemente expresa una situación de extrema preocupación con respecto al presente y el futuro de las Juventudes Mexicanas, y esto, también, es resultado de la falta de perspectiva de juventudes que existe en nuestro país al momento de expedir leyes.

En este sentido, México exige perspectiva de juventudes en la regulación del mercado laboral en el país. No condenemos al 26% de la población joven en México.